23:1–3. Joiada, el sacerdote, había estado en completo acuerdo con lo que su esposa había hecho. Junto con ella, debió haber pasado muchos días y noches de ansiedad, escondiendo de los ojos de los curiosos al joven príncipe que crecía. Por fin, después de siete años llegó el momento de restaurar el orden de Dios. Joiada actuó rápida y decididamente. Primero se aseguró la lealtad de los militares mediante un pacto que hizo con cinco jefes claves de la guardia del palacio. En el versículo 1 se da el
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